La plantilla de la UE TÀRREGA acordó ayer poner fin a la protesta y reemprender los entrenamientos que se habían paralizado como medida de presión por los atrasos en el cobro de las nóminas. Los jugadores lo decidieron por unanimidad excepto dos de ellos, Cagigas (centrocampista) y Santi (portero), que tomaron la decisión de dejar el club de forma inmediata.
Alrededor de las ocho de la tarde se reunieron en el campo de La Plana, el presidente, Joan Amorós y parte de su equipo directivo con los cuatro capitanes del equipo, Mayoral, Santi, Dídac y Valeri. En la reunión, los directivos volvieron a exponer la situación económica de la entidad y les dieron suficientes garantías que cobrarían las tres nóminas hasta final de temporada, que asciende a un total de 36.000 euros.
Posteriormente la directiva bajó a los vestuarios con los capitanes para exponer a la plantilla todo lo que se había hablado, y después de casi dos horas de conversaciones, los jugadores se volvieron a reunir durante unos quince minutos para tomar una determinación. Finalmente optarion por desconvocar la protesta y volver a entrenar, todos a excepción de Santi i Cagigas, que no contentos con las explicaciones del club decidieron abandonar el club de forma inmediata.
Amorós, satisfecho con el acuerdo, lamentó la marcha de estos dos jugadores. "Esperaba que todo se pudiese resolver sin que nadie tuviera que marcharse, pero lo han decidido por voluntad propia y se les pagará hasta el día de hoy", señaló.
El presidente también confirmó que la junta no tenía intención de tomar represalias como había apuntado él mismo el día anterior.
La plantilla se negó a entrenarse el martes pasado porque el club les debía un mes y medio (18.000 euros).
El club está pendiente de cobrar las subvenciones de la Diputación y el Ayuntamiento (17.000€) y del patrocinador para liquidar las deudas.
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